Historias de Bucarest

jueves, 28 de junio de 2007

Campos de Rumania




Camino de Sinaia, en coche. Inmensas llanuras amarillas. Fábricas casi abandonadas y viejas centrales térmicas. La sequedad del invierno rumano. En la calzada, casi cada dos kilómetros, hombres reparando sus viejos Dacias, que caen como moscas, de puro viejos, por todas las carreteras rumanas. Entramos en el valle de Prahova. Montañas, vegetación verde, oscura, fresquísima. Subiendo a la cota 1400 una cría de oso. Se pasea tranquila por la carretera y de algunos vehículos le hacen fotos. Cuatro días para volver. Lesionado, con un esguince que ni quiero ni puedo respetar: cómo pasar la última semana postrado. Muy feliz y mucho mejor.

4 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

hay que joderse coño
como es posible que te lesiones justo cuando mas quieres aprovechar los dias jjeje es el colmo de un erasmus.no lo ve usté asi? o asin?

28 de junio de 2007, 10:58  
Blogger Mgb ha dicho...

Toda la razón, camarada. Pero no ha sido nada. Actividad desde el primer día. Ni doctores ni hostias. Así se cura un esguince, coño. Mañana vuelvo a la pista de baile.

28 de junio de 2007, 16:28  
Blogger Lenny Zelig ha dicho...

Cuídese, insensato.

29 de junio de 2007, 0:51  
Blogger Aisya ha dicho...

Hombre , si es la vieja termo central de Doicesti...casi alado de mi casa! jajajajjaa

2 de abril de 2008, 5:56  

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